El Barça ganó ayer al Inter de Milán por un gol a cero en el partido de vuelta de la semifinal de la Champions League. Fue un resultado insuficiente debido a la victoria del equipo italiano por tres goles a uno en la ida en el estadio Giuseppe Meazza. El Barça necesitaba hacer dos goles para pasar a la final y no pudo lograrlo. Estuvo espeso y se encontró a un Inter inmenso en defensa.
La expulsión de Motta en la primera parte abrió el partido y dio esperanzas a un Barça con muchas ganas que no encontraba el hueco hacia la portería de Júlio César. El Inter, por su parte, no notó el jugar con diez, pues defendía en una zona de 20 o 30 metros desde el portero hasta el hombre más adelantado. El Barça debió entonces abrir más el campo para intentar encontrar huecos, pero la zaga interista aguantó el envite.
El gol de Piqué llegó a falta de diez minutos para el final y fue demasiado tarde para un Barça incapaz de conseguir la inspiración. Le faltó al Barça que apareciesen sus estrellas y brillara la imaginación, la chispa. Messi estuvo muy tapado todo el partido e Ibra estuvo desubicado y ausente, como si no se estuviese jugando el pase a la final de la Champions.
Pese a la eliminación, el Barça se consagra como uno de los mejores equipos del planeta después de la temporada pasada (ganó seis títulos) con muy buenos resultados este año y con un título por conseguir, la Liga, camino de récord de puntos. Tiene una plantilla que funciona y una línea a seguir. Ibrahimovic, por su parte, esperemos que encuentre su sitio en el equipo para el año que viene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario